Cantar del mío Cid (1200, más menos)

Texto escrito en versos con extensión variable. Con tono épico, lleno de historia, que relatan las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, ‘el Campeador’.

Me está pasando muy seguido con los libros y creo que no soy al único que le pasa (creo que es algo natural jajaja). El asunto es que al principio no entiendo nada pero nada de  lo que estoy leyendo, pero a medida que avanzo, los textos me atrapan.

Así pasó con el Mío Cid, texto en el cual destaco la capacidad imaginativa que me provocó. Las batallas ante los moros las sentí reales en mis viajes de micro. El honor y la caballerosidad del que ‘Nació en buena hora’ es loable e inspiradora. No siente odio por su destierro, es más, lo entiende, ama a su rey y le obsequia de su tributo a pesar de ser exiliado por él. Un legado construido por el amor más que por resentimiento y odio.

Si bien, pensé que habían más batallas, la trama me gustó y me enganchó. Me encariñé con el Cid, que tiene un valor emocional especial para mí y mi hermano, ya que sus aventuras las podemos revivir en el Age Of Empires 2, la expansión de ‘Los Conquistadores’ (The Conqueros). El final es emotivo, todos gritan, ¡Qué viva el Cid! Luego de una batalla épica.

Enseñanza: 

Lo mencionado con anterioridad. El corazón del Cid, su caballerosidad y la manera en que honra tanto a aliados como enemigos. Siempre buscando el bienestar. En su momento más difícil, cuando fue deshonrado por los infantes de Carrión, restituyó a sus hijas con inteligencia, sin ánimos vengativos. Loable el Cid Campeador.

Nota: 

Inicio

El libro parte hablando del destierro del gran Cid. Como en todo libro antiguo, el lenguaje te complica la existencia.

5.0

Desarrollo

Se decantan algunos triunfos del Cid, el cómo ama su patria y al rey sin guardar rencores. Vez que puede le envía obsequios.

Él prospera y sus hijas se vuelven cotizadas por los nobles.

7.0

Conclusión

Sin ánimos de venganza, el caballeroso Cid nos da una enorme lección en la conclusión final. La inteligencia por sobre la fuerza.

7.0

Personajes Me gusta mucho el Cid y sus secuaces. Siento que el desarrollo de estos es muy bien trabajado y explicado.

8.0

Originalidad

La verdad es que no he leído tantos relatos épicos de la edad media. No podría evaluar este aspecto.

Ritmo de lectura

Súper liviano y rápido. Me agradó bastante y terminé el libro en más menos una semana de viajes en micro. Me entretuve mucho.

9.0

Impacto en su contexto

Es de los cantares más importantes de la historia hispana. Relata la epicidad del Cid contra los moros y nos da muchos detalles de la cultura de ese tiempo. El honor es un tema central y que vemos su importancia gracias a esta obra, ya que en estos tiempos esa aptitud se ha perdido demasiado.

9.0

Relevancia del autor

Quería más batallas, pero me gustó. Debes intentar entenderlo en verso, debes conectar con la historia e imaginarla. Para mí tiene un 7.5.

 

Resumeeeen para los flojos que no lo leyeron… háganlo o no entenderán nada nunca en la vida

El Cid es exiliado por quedarse con unas parias que fue a buscar a Sevilla. Acusado de traición a la corona, Rodrigo Díaz de Vivar abandona Castilla, deja a su esposa e hijas allí, y acompañado por sus fieles camaradas (Álvar Fáñez, Pedro Ansúrez, Martín Antolínez  y Pedro Bermúdez) se va a prosperar. Enfrenta a moros, vence, conquista y prospera.

Envía obsequios al rey, que poco a poco planea restituirlo. Humildemente pide que su esposa y sus hijas puedan ir a Valencia, la gran ciudad que conquistó ‘El Cid’, el rey lo concede y le pide al ‘que nació en buena hora que case a sus hijas con los infantes de Carrión, nobles interesados en la prosperidad del Cid.

Se casan, los infantes van a Valencia y conviven allí, pero pasan burlas y penurias debido a su cobardía en batalla. Planean ofender Rodrigo Díaz de Vivar, por eso piden irse a sus tierras con sus mujeres, se lo conceden y estos las golpean y las dejan botadas a medio camino. Un primo que fue con ellos y escapó de la delegación al percatarse que no estaban, las encontró medio muertas. Avisó al Cid y se hicieron preparativos para un juicio.

El juez fue el rey y el ‘que nació en buena hora’ argumentó. Finalmente los infantes son retados por los valientes del Cid para probar que son cobardes y traidores. Estos los vencen y casi los matan, menos mal que intervino el rey y los jueces antes que los liquidaran.

El Cid recuperó su honor, sus hijas volvieron a casarse y todo prosperó para el Campeador y los suyos.