Spiderman: No Way Home
Ya se puede hablar de Spiderman con spoilers, el boom ya pasó hace algunas semanas, así que vamos a darle átomos a la reseña de la película que le da cierre a la trilogía del Spiderman de Tom Holland.
Peter Parker pasa a ser amado y odiado por muchos. Mysterio terminó rebelando el máximo secreto de Spiderman y ahora el mundo entero sabe que es Peter. Esto le ha traído más de algún problema para su amigo Ned y su pareja, MJ. Así que, sin consultarle a nadie, decide hablar con el Dr Strange para que este realice un hechizo que haga olvidar a la gente que él es Peter. El problema se genera mientras se realiza el hechizo, ya que Parker interrumpe constantemente a Strange, hasta que todo se sale de control y son arrastrados todos aquellos que saben que Peter Parker es Spiderman… esto incluye a enemigos de otras películas de Spiderman, como el Doctor Octopus del Spiderman de Toby Maguire o Electro del Spiderman de Andrew Garfield.
La trama va de capturar a todos los villanos escondidos y así evitar que el multiverso se quiebre por completo… Finalmente, el multiverso termina resguardado, pero deja a un Peter absolutamente roto y quebrado.
La película es perfecta. Mucho fan-service, y no digo que el fan-service sea malo, ya que en esta oportunidad, está muy bien aplicado. Hay muchos personajes en juego, por eso es importante ver películas anteriores, porque No Way Home, al igual que muchas entregas de Marvel, se basa en que sepas algo de contexto porque no repasarán muchas cosas en la película. De esto peca No Way Home, ya que al ser tantos, no les da un desarrollo óptimo a todos, sin embargo, esa tampoco era la tarea inicial de esta entrega que, insisto, funciona como un todo con junto al resto de películas.
La trama es simple, va bien guiada, y dentro de lo torpe que puede ser la parte del hechizo inicial, está relativamente bien justificada. Personalmente, no encontré muchos vacíos argumentales, y los que hay, para mí gusto no son dignos de no entender la película o que hayan afectado directamente a la trama.
Esta película se acerca mucho a lo visto en Homecoming, en cuanto a la esencia del personaje, ya que lo exhibido en Far From Home dejó mucho que desear en ese aspecto. Y como no, la guinda de torta, si no se estaba contento con la leve, pero perfecta aparición de Matt Murdock, y la inclusión de villanos como el Octopus de Alfredo Molina o el Duende Verde de William Dafoe, también aparecieron ellos, Tobey Maguire y Andrew Garfield, usando otra vez sus trajes clásicos, volviendo a ser Spidermans, interactuando todos juntos, y con harta presencia en pantalla en relación a lo que yo pensaba que podía pasar.
Hay pequeños detallitos acá. Si bien el Peter de Andrew explica que le pasó a él luego de sus dos entregas, no hay mucho detalle de lo ocurrido con el Peter de Tobey, sin embargo, ayudan y guían a el pase final, la transformación definitiva de Spiderkid a Spiderman de Tom Holland. El nivel de madurez que alcanza y el como va teniendo mucha más responsabilidad sobre sus acciones es fascinante, y por primera vez en el MCU podemos ver al verdadero Spiderman, parándose una vez más para salvar al mundo…
La entrega es bellísima, porque pucha yo no puedo criticarla de forma negativa si la disfruté como un niño en la sala de cine. Lloré desde el minuto en que Tobey Maguire entró en escena. Me emocioné constantemente, porque esta película no la quería ver, no quería saber nada de muchas cosas que me gustaban, porque me hacía recordar muchas cosas que no estaba dispuesto a afrontar, sin embargo, un grupo de amigos me llevó, la disfruté, la resignifiqué y me emocioné a más no poder. Aguante Spiderman, porque la esencia de este personajes es que cualquiera puede serlo, y al finalizar esta entrega, el Spiderman de Tom Holland nos dio esa sensación, nos dio esa aura y mística tan propia de un personaje excepcional, como lo es El Hombre Araña.
Nota: 8.5