El hombre que ríe
(2005)

El cómic que nos cuenta la primera aparición del Joker en Gotham obtiene su título de un aterrador film estrenado en 1928. Es más, esta película serviría de inspiración para Bill Figer y Bob Kane para darle la apariencia física al príncipe payaso del crimen en la década del ’40.

«¿Qué diablos pasa con mi ciudad?», palabras del comisionado Gordon al observar lo ocurrido en una fábrica abandonada. Casi 10 personas, todas muertas con toxina, una toxina que las desfiguraba por completo, palideciéndolas y formándoles una aterradora sonrisa, justo antes de morir. Minutos más tarde, el misterioso homicida hacia su anuncio por televisión. Un poderoso morirá y no podrán evitarlo. El Joker se había dado a conocer en Gotham.

La historia se ubica poco después de lo sucedido con «Capucha Roja» (hechos contados en modo de flashback en Killing Joke), y muy cercano a lo sucedido en Batman Año Uno.

El trabajo de Ed Brubaker y Doyg Mahnke es preciso. Hay un excelente guión, con grandes diálogos. Podemos ingresar directamente a la mente desquiciada del Joker, además de dar un paseo por casi todas las grandes habilidades de Batman. El dibujo es de mi agrado. Hay un gran trabajo en mostrar los detalles, y por sobre todo, las víctimas del payaso.

Las escenas de acción son muy bien llevadas. La historia se hace rápida, fluida, y te mantiene atento a lo que vaya sucediendo. Hay unos cuadros, en donde vemos a Bruce Wayne un tanto infectado por la toxina, que son alucinantes.

El hombre que ríe es una historia brutal, que deja en evidencia los actos más viles del Joker, porque este villano no va contra un sistema, no va contra un «orden establecido», no va contra los poderosos, va contra todo el que pueda ir… Seas rico, pobre, influyente o vagabundo, eres culpable por el solo hecho de existir, y el Joker no tendrá piedad de ti.

Nota: 8.0