Batman: ‘The Killing Joke’ (1988)

Loco, loca, locke (?), no hay palabras que puedan encasillar a tamaña obra narrativa. Lectura obligatoria para quién esté empezando en los cómics y para quién guste de la literatura en general. Psicológica, violenta, agresiva, impactante, con un dibujo impecable y con uno ‘origen’ del Joker. Además, el final es abierto, y postula que dos personajes tan diferentes, como el Joker y Batman, puedan ser dos caras de la misma moneda…

El Joker escapó de prisión y cometió una infamia. Todo para qué… Para probar un punto… TODOS, absolutamente TODOS, estamos a un mal día de convertirnos en él, de ceder a la locura, de querer ver todo en llamas. El objeto de prueba… El mejor de todos… Jim Gordon.

El experimento consiste en llevar al punto máximo a Jim, por ende, ataca a su ser más querido, su hija Bárbara Gordon. Queda para la imaginación lo que el Joker pudo hacerle a Bárbara… Desnuda y sangrante, el Joker le toma fotografías, las cuales exhibe a Jim en un macabro y tenebroso tren fantasma. Este cómic igual va para los que defienden y aman mucho al Joker, o incluso, se sienten ‘identificados’ con él… Señores, el Joker es un asesino, violador (sí, violador, porque violó a Bárbara), macabro, sanguinario, frío… Un villano transversal que ataca a cualquiera, desde abuelitos, políticos corruptos, personas normales y niños (según The Dark Prince Charming ya no niños, pero en su momento sí).

Otro aspecto de la historia es el origen del Joker. Alan Moore cuenta, en viñetas a blanco y negro, con algunos vistazos al rojo, acerca de como surgió este temible villano. Claramente fue un mal día… Con un detalle en el guión fascinante, del cual se tomó el Joker de Ledger para los diversos ‘orígenes’ de sus cicatrices.

Pero qué es la locura… Qué es la cordura… El Joker postula que la cordura es un estado en el que estamos inmersos por decisión propia. El recuerdo es fundamental para la cordura y esta condición solo pretende encasillar a lo que realmente somos… Bestiales, sanguinarios, egoístas y macabros. Por su parte, la locura es el estado más puro del ser humano, que rehúsa el recuerdo o el mal recuerdo.

Por su parte, Batman también presenta un ‘mal día’, pero no lo convirtió en un asesino serial, pero si en un violento, agresivo y macabro vigilante… Que busca evitar que otros pasen por lo que él pasó. Finalmente el Joker prueba su punto… Batman y él tienen mucho más en común de lo que se cree, pero están en polos opuestos. Sin embargo, la única forma de que esto termine es que uno asesine al otro. En la otra vereda está Jim, que se mantiene estoico ante semejante día y decide encarar este problema por la vía legal y la justicia. Un ejemplo a seguir Jimbo.

En la parte final del cómic encontramos el enfrentamiento final. Luego de que el Joker es derrotado, cuenta un chiste… ‘Dos hombres en un manicomio, ambos estaban cansados de vivir ahí, así que uno le dice al otro, por qué mejor no nos vamos? Él otro acepta y se disponen a escapar. El primero salta del techo a la libertad y lo logra sin problemas, en cambio el otro no puede saltar. El que ya está libre le dice: «Te alumbraré el camino con mi linterna para que tu puedas pasar por el halo de luz», el que está del otro lado le responde: «Estás loco, apagarías la luz mientras yo estuviera pasando y me caería».

Claramente ambos locos representan a Batman y el Joker. Batman es el que está del lado de la ‘libertad’ por así decirlo, el cual le ofrece una esperanza al Joker, ese halo de luz, para pasar a este lugar, pero el Joker se niega a cruzarlo, porque claramente pasar por la luz que alumbra una linterna es imposible, y además él no quiere. La otra interpretación es que los papeles son a la inversa, y el Joker le ofrece el paso a la locura, ya sea para que Batman lo mate o  para que ceda a la locura. Batman tampoco lo toma, por la misma razón anterior… O sea, el chiste indica que las cosas quedaron tal y como estaban, él otro nunca cederá ante su oponente… Quizá sea porque uno no es lo que es sin el otro… quién sabe.

Ambos terminan riéndose, para que solo la risa de Batman se lea al final… Qué pasó? Lo mató, lo golpeó y lo dejó inconsciente, el Joker solamente se calló… QUÉ !! QUÉ MALDITA SEA…

Hay diversas versiones. Una que se mantuvo por mucho tiempo es que no lo mató, porque esta historia es canon, Bárbara quedó en silla de ruedas y por ende el Joker debía seguir vivo. Pero luego, en los N52 Bárbara volvió a ser Batgirl y ‘The Killing Joke’ no fue más canon, sino una historia aparte.

Yo creo que no lo mató, no creo que Batman haya traspasado su código moral en esta ocasión. La otra chance es que lo hace, lo mata, por todo el discruso que nos entrega el cómic, ya que el propio murciélago dice en una de las viñetas que no quiere tener a más víctimas del Joker en su consciencia y que él no puede reformarse. La más esperanzadora, es que el Joker se reformó… Pareciera imposible, pero ese halo de luz, del chiste del Joker, es la esperanza que Batman le da de ayudarlo y reformarse. En esta ocasión, el Joker lo toma, por ende, se calla en medio de la risa…

El final es abierto, interpretativo. Para mí, tiene sentido la parte de que no lo mata, por el final del chiste… Pero bueno… Excelsa historia, digna de leer más de una vez.

La Nota

Un solvente 10.

Guión FORMIDABLE

10.0

Dibujo

El dibujo es impecable. Tiene viñetas formidables.

10.0

Importancia en el Universo

Quizás aquí se nos cae, porque es una historia que podría pasar, como que no. Sin embargo, a partir de esta historia se crea una mayor cercanía entre ambos personajes, aparte de que se desata al Joker con toda la ira, violencia y locura, como nunca antes.

10.0

Premios o Nominaciones

Premio Haxtur: Ganador a mejor dibujo y artista más votado. Nominado a mejor portada.

Premio Harvey: Ganador en mejor historia, dibujante, novela gráfica y mejor colorista.

Premio Eisner: Ganador en mejor novela gráfica, mejor guionista, mejor dibujante. Nominado a mejor número autoconclusivo.

Todo esto en 1988.

Equipo desarrollador

Alan Moore en el guión.
Brian Bolland en el dibujo.
John Higgins en las tintas.