La Roma pagó por sus pecados en Liverpool

Un vibrante partido nos regaló el cuadro romano que recibió a los ingleses. Lamentablemente para el local, la remontada no se pudo dar en esta ocasión.

Repaso rápido del encuentro. El Liverpool había ganado 5-2 a la Roma en la ida, y no contentos con eso, los ‘Reds’ empezaron con todo. Nainggolan se equivocó y Mané lo aprovechó, las cosas quedaban 1-0 para la visita. La Roma reaccionó e igualó las acciones gracias a una ‘carambola’ en el área forastera que terminó con un despeje estrellándose en la cara de Milner y para mala fortuna de él, el balón se refugio en su propia meta. Los de Klopp no claudicarían y Wijnaldum dejaría todo 2-1 antes del descanso. 

El complemento inició con un gol del local, Edin Dzeko se las ingenió para igualar el partido a los 51′, pero las fallas arbitrales y los errores en la definición se intensificaron en la Roma. Es más, un remate en área chica rebotó en la mano de un defensor, penal clarísimo, desestimado por le juez y los asistentes.

Recién a los 85′ Nainggolan pudo revindicarse y ensayó un remate de larga distancia. El balón dejó sin opciones a Karius y dejó las cosas 3-2. Ya en los descuentos el árbitro concedió penal para los italianos, que el propio Nainggolan convirtió en gol. 4-2 la cuenta, pero no les alcanzaría.

Liverpool, sufriendo de más como en Inglaterra, se quedó con el pasaje a la final. Vuelve a una desde el 2006-2007, cuando fue derrotado ante el Milan. Ojo que los británicos no se pueden dar el lujo de desconcentrarse. Si pasa algo como lo sucedido ante la Roma en ambos partidos puede ser letal para las aspiraciones de Klopp.

Lamentablemente la Roma pagó por sus enormes pecados cometidos en Anfield. Es que en plenas semifinales no te pueden hacer cinco goles. Das, mucha ventaja con ese marcador para la vuelta y prácticamente hipotecaste cualquier opción de una ansiada final. Eso sí, casi logran la hazaña,  y ahí viene el tirón de oreja para el Liverpool, ganando un partido 5-0, le hacen dos, gana 2-1, le marcan tres y se lo dan vuelta. Ojo ahí, el Real y la UEFA no perdonan.