Suicide Squad 2:
Revolución, Amor y Ratcatcher
La secuela de la odiada Suicide Squad llegó este año, hace casi dos meses, y luego de verla en dos ocasiones, decidimos reseñarla. Creemos que nunca es tarde para darle un vistazo más a una película de Superhéroes, o en este caso, de SúperVillanos.
Suicide Squad 2, dirigida por James Gunn y con una duración de 2 horas y 12 minutos, llegó a nosotros a inicios del mes de agosto. La pandemia ha bajado un poco y varios tuvieron el honor de poder verla en cines. Personalmente, no pude, pero eso no impidió que pudiera ver la película y disfrutarla al máximo.
La película puede definirse como súper sangrienta y entretenida. Una clásica película de acción que quizá no aporte mucho más, pero ¿Qué tan cierto es esto? Lo cierto es que Suicide Squad aporta mucho más a la discusión social de lo que creemos, y a medida que vamos conociendo a sus personajes, también nos habla acerca del sistema carcelario, inmigración, ocupación y lo que Estados Unidos verdaderamente es.
Hablemos primero del sistema punitivo. Ratcatcher 2 está en una prisión de alta seguridad por intentar robar un banco con ratas. Es inmigrante en EE.UU, las cosas no resultan y decide robar un banco. No hay reinserción, no hay nada para esta extranjera pobre, solo prisión y máxima seguridad. Nanaue, un Tiburón con algo de inteligencia, también encerrado por peligro público. Mismo caso de Polka Dot Man, un ser traumado, obligado a obtener poderes, dañado psicológicamente y también forzado a permanecer en esta prisión, que sirve como ejército clandestino a Amanda Waller, el símbolo más importante a nivel político que tiene DC Cómics.
Tenemos a los gringos como Rick Flag, que representan al soldado que aún tiene algo de consciencia, Bloodsport, el criminal renegado, traumatizado, pero es el único que realmente merece estar encerrado por ser una máquina de matar y Peacemaker, el verdadero símbolo de Estados Unidos, porque este gigante económico no es representado ni por Superman, ni por Capitán América, sino que es reflejado de una forma abrumadora por Peacemaker.
Obviamente Harley Quinn, porque brilla por sí misma. Es perfectamente interpretada por Margott Robbie, lo que me hubiera gustado es que nos contaran como fue que la pillaron de nuevo, teniendo en cuenta «Birds of Prey«.
Ocupación
Corto Maltés, un estado ficticio de Sudamérica, que dentro del Universo DC no le importa a nadie, es la perfecta representación de Latinoamérica, y todo lo que ha sufrido por la constante intervención de EE.UU. Dentro de este poblado se realizaron experimentos atroces a una criatura alienígena llamada Starro, el Conquistador. Pero es una nación constantemente en guerra y constantemente intervenida por los gringos. Por si fuera poco, al parecer los movimientos sociales fueron tales que puede ser que cierto sucio secreto saliera a la luz, así que, quién mejor que el Escuadrón Suicida para encargarse del trabajo.
Los Animales
Claves durante todo el metraje, desde la primera escena de Savant matando a un pajarito en la cárcel, las aves del líder de Corto Maltés, y como no, las propias ratas comandadas por Sebastián. Estos seres marcan la película y también representan a un espacio de la población, sobre todo en el final, cuando Ratcatcher dice que este país no le pertenece ni a EE.UU, ni ha Starro, les pertenece a ellos, porque así es, las ratas están en la gran mayoría del planeta, y al ser despreciadas, sucias, viviendo de lo que pueden, representan de forma perfecta a la sociedad civil, a la gente común, como tu y como yo, que somos vistos como ratas por la élite y la fuerza. Y Ratcatcher tiene mucha razón, la sociedad civil, unida, es capaz de generar cambios que golpeen el status quo.
El Amor
Los cambios grandes solo se pueden generar desde esta perspectiva, sumada a la empatía, que es clave para poder ponerse en los zapatos del otro y no mirarlos como «ratas». Porque sí, hasta las ratas tienen cosas buenas. Es por esta razón que Ratcatcher se roba la película, porque es la única que siente amor en todo el grupo. A pesar de casi ser devorada por Nanaue, es la única que intenta generar una relación más cercana con él. Su propia relación con Bloodsport, le permite ver a Robert Dubois que no es tan malo como pensaba, que si podría tener cierta redención (no vamos a justificar todos los asesinatos que ha cometido porque de que es malo es malo), que sí tiene consciencia.
La película
La misión es perfecta, algo ideal para el Suicide Squad AL FIN. Se le hace justicia a las historias de los cómics, pero con una gran deconstrucción del género. La acción, el gore, la sangre, todo tan exagerado, pero que calza perfecto con la película. Los personajes entrañables, cada uno brilla por sí mismo, con muertes emotivas, inesperadas y dramáticas. Sin duda una entrega que suma bastante a una discusión más allá de las explosiones, las muertes, la acción y las risas.
Rick Flag también tiene su momento épico, que fue perfecto como clímax del personaje. Harley Quinn sigue brillando en cada una de sus escenas. Polka Dot Man y Nanaue se ganaron a la audiencia y como no, la gran Ratcatcher, que se transformó en la favorita de muchos. Punto aparte para John Cena, que hizo un tremendo papel como Peacemaker, y del cual se confirmó una serie para seguir viendo las atrocidades del gobierno estadounidense a lo largo del mundo.
El único detalle… La muerte del Capitán Boomerang, para mí daba para mucho más. Quizá matarlo en la película, pero más adelante y de otra forma, como fan de Flash me parece una falta de respeto para uno de los villanos más icónicos, tanto de Barry Allen, como del propio Suicide Squad.
Sacando ese detalle, la película goza de una historia muy bien contada, que se hace rápida, dinámica, llena de explosiones y un potente mensaje que ojalá podamos extraer, por qué sí, las películas de Superhéroes, o de este género, también deben generar debate, discusión y aportar a esto.
Absolutamente superior a su predecesora, y de las buenas de DC [Ojalá podamos ver de nuevo a Katana, Killer Croc y Deadshot en alguna otra entrega].
Nota: 7.7