Superman IV: En busca de la paz

La cuarta entrega del Hombre de Acero fue uno de los mayores fiascos de la historia del cine. Recaudó solo 15 millones de dólares debido a la mala recepción de la tercera entrega de Superman y a que Supergirl (reseñada en nuestro sitio) tampoco fue buena. Entonces, era la chance para volver a ensalzar el nombre de Superman, pero nada de eso ocurrió y solo terminó ensuciándose más en el barro.

Cuarta y última película de esta saga que duró casi 10 años y para analizar porqué esto no resultó hace falta estudiar algo de la historia de esta película. Primero que todo, la falta de presupuesto (a pesar de que Warner aportó unos 30 palos verdes) fue la detonante de que la cinta se viera tan mal en cuanto a estética y efectos visuales (siendo la ganadora del Razzie como peor efecto visual).

La película de nuevo se dividió en dos. Una parte perteneció a Christopher Reeve y la otra en Sidney Furie. Esto se nota en la paupérrima hora y media de película en la que solo observamos un argumento mediocre, escenas de acción deplorables, efectos asquerosos y personajes ‘cómicos’ absolutamente innecesarios.

Ese último párrafo sirvió como descarga, porque pucha, yo sabía que era mala y debía verla, pero wow… que asco de película, a continuación, les cuento un poco:

Lex Luthor, que volvía a las pelis de Superman, quería eliminar al Hombre de Acero. Mientras que Superman limpiaba el mundo de las armas nucleares. Lex encuentra un cabello de Kal-El y lo manda al sol con una de las últimas armas nucleares que quedaban y bueno… nace el Hombre Nuclear… gracias a un pelo y una bomba. Este villano se enfrenta al Superman en la peor batalla de la existencia.

Como era de esperar, Superman gana y reconstruye las cosas que ‘Nuclear Man’ destruyó, como la Muralla China con solo mirarla… PERO QUÉ ONDA… Otra vez se le agregaron poderes nuevos que solo ridiculizaron aún más al personaje.

Realmente Superman IV es un crimen para el héroe más icónico de la historia.

NoTA: 1.0