Moon Knight: El nuevo héroe de Marvel

Moon Knight es una serie que destaca mucho más por lo interno que vive el protagonista, que por el conflicto en sí ante Arthur Harrow y la diosa Ammit. En definitiva, una entrega con una excelente actuación de Oscar Isaac, buenos efectos visuales y un exquisito sountrack. Mantiene la fórmula Marvel, que sigue funcionando en estos productos.

Steven Grant es un joven amante de la egiptología, que trabaja para un museo. El es consciente que tiene algunos problemas sobre perder la consciencia, pero todo relativamente controlable, hasta que su camino choca directamente con el camino de Marc Spector, su otra personalidad. Así Steven, cuando ya es consciente de esto, comprende que es Moon Knight y que tiene una misión con el dios lunar Khonshu, de la mitología egipcia. Paralelo a esto se encuentra Arthur Harrow, ex avatar (representación de un dios egipcio como humano así como lo es Marc) del mismo Khonshu, y que quiere liberar a Amit, la diosa que expiará todo mal de la Tierra antes de que este aparezca.

La premisa es muy similar a lo acontecido en Capitán América: The Winter Soldier, y bajo la misma, el dilema moral para los fans de Marvel fue más o menos resuelto en esa película. Retomemos la trama de Moon Knight. A mi juicio me parece un conflicto relativamente simple, y que no termina por encantar ni con el combate final, que deja muchas más dudas que certezas, lo cuál es positivo para una inminente segunda temporada. Sin embargo, el plato fuerte de la serie es el dilema de Marc Spector, la personalidad original, que tendrá que conciliarse con Steven para encontrar el equilibrio en su alma y corazón.

Los capítulos que hablan de la mente de Marc son los mejores sin duda alguna. Tan confusos, tan extraños y tan bien dirigidos, que logran rellenar muchos vacíos de la mente de Marc, y así poder conocer mucho más a estos dos personajes.

El viaje por los seis capítulos que componen esta nueva serie de Marvel es muy bien llevado. Se hace entendible a todo espectador, y de momento no tiene una conexión muy clara con el resto del Universo de Marvel. El final es satisfactorio para la audiencia, bastante intenso a nivel visual, pero con una escena post créditos que abre las puertas para una necesaria segunda temporada.

En relación al soundtrack, a mí me gustó bastante. Me encanta la canción que ocuparon de Egelbert Humperdinck, A Man Without Love, y lo realizado por Heshman Nazih en la banda sonora fue sin duda alucinante, transportable totalmente a Egipto. Con respecto a lo visual, vi muchos malos comentarios acerca de la representación de los dioses, pero a mí me gustaron bastante desde el punto de vista de los efectos. En relación a la representación de lo egipcio, no puedo afirmar nada porque desconozco esta cultura en su profundidad, pero puedo comentar que hay conocidos y amigos que saben más de esta temática y me afirmaron que era bastante similar y respetuosa con la cultura.

A nivel actoral, Oscar Isaac se lleva todas las luces con una tremenda performance. Sin embargo, Ethan Hawke, interpretando a Arthur Horrow, también lo hace bastante bien. Cerrando con el elenco principal tenemos a May Calamawy, que encarna a Layla El-Faouly, con una sólida actuación y un lindo momento en pantalla en el capítulo final. En líneas generales muy bien en este ámbito, con un sobresaliente como Oscar Isaac.

En definitiva, una buena serie, más aún si eres consumidor habitual del MCU. Si no te interesan mucho los superhéroes, no sé que haces leyendo este post, pero también te la recomiendo, porque puede entenderse por sí misma, ya que de momento no involucra tanto al MCU en su totalidad.

Nota: 7.8