El Hobbit: Un Viaje Inesperado

La película estrenada en diciembre del 2012 y dirigida por Peter Jackson recaudó 1.017 millones de dólares y contó con un presupuesto de 180 millones. Si bien, fue un éxito de taquillas, la película estuvo lejos del nivel general de “El Señor de los Anillos”, pero gustó bastante.

La primera entrega de la trilogía de “El Hobbit” nos cuenta la historia de Bilbo Bolsón, y de cómo él consiguió el anillo, por qué sí, aparece en esta entrega, y cómo buscan recuperar los terrenos que le pertenecieron una vez a los señores enanos, liderados por Thorin y acompañados por Gandalf.

El viaje nos lleva a la mitad del recorrido, en el que el gran peligro al que enfrenta la comitiva de enanos son los Orcos, que tienen historia muy antigua con la familia de Thorin. Sin embargo, en las sub-tramas, algo oculto se está levantando en la Tierra Media.

La incorporación de Martin Freeman es un acierto, se adapta muy bien a Bilbo Bolsón. No cabe duda que Richard Armitage (Thorin) también deja la nota alta y claramente Ian McKellen (Gandalf) hace un trabajo soberbio.

Misty Mountains, en relación a la música de la película, es un aciertazo y la historia de aventura es bastante entretenida y rellena las historias que el propio Bilbo cuenta en “La Comunidad del Anillo”, antes de que Frodo emprenda su viaje.

La mejor escena, o una de las mejores, es la interacción entre Golum y el propio Bilbo, ya que nos entregan profundidad del propio personaje de Golum y vemos a ciencia cierta como funciona el anillo y porqué es tan complejo deshacerse de él.

Personalmente, me gustó bastante esta entrega, aunque no dejo de encontrarla excesivamente larga y que, con el afán de hacerla trilogía, para ser una precuela más justa de ‘El Señor de los Anillos’. Sigue una trama simple de viaje y evolución del héroe, en este caso de Bilbo Bolsón, y de los propios enanos, en especial de Thorin.

Nota: 7.2