El Hobbit: La desolación de Smaug

La segunda parte de El Hobbit llegó a los cines un año después que “Un viaje inesperado”, en diciembre del 2013. Recaudó 959 millones de dólares, menos que la primera en taquilla, pero me gustó mucho más que su anterior secuela.

La desolación de Smaug es una película mucho más compacta, entretenida e interesante en relación a su predecesora. Esta entrega nos sigue contando el viaje de Bilbo Bolsón rumbo a la montaña y sus primeros encuentros con Smaug.

Una trama simple, pero que logra atrapar mezclando más tramas e historias dentro de la misma, tal y como se hace en ‘El Señor de los Anillos’. Esto debido a la separación del grupo, y la buena inclusión de Bard The Bowman, interpretado por Luke Evans, y Legolás, encarnado por Orlando Bloom. Ambos personajes aportan bastante en sus distintas tramas, al igual que la historia de amor entre Kili y Tauriel, que no se hace tediosa.

No cabe duda de que la segunda entrega logra convencer bastante y se siente mucho más ligada a “El Señor de los Anillos”. A nivel visual se ve mucho más potente. Smaug es un excelente antagonista, con una puesta en escena brutal y una voz de Bennedict Cumberbatch que le da toda la profundidad que necesita este indomable dragón.

La película sigue sin ser tan memorable en la banda sonora, como otras películas en las que se te queda grabada alguna pieza musical, sin embargo, dista mucho de ser mala, es bastante buena e interesante, pero le falta ese no sé qué para impactar, lo mismo que le pasa a esta entrega, algo le falta para ser una gran película inolvidable como la saga de “El Señor de los Anillos”, pero no cabe duda de que es la mejor de la trilogía de “El Hobbit”.

Sucede que en esta entrega también pasa por algo similar a esta película, porque una de las escenas claves e impactantes de este film es la interacción entre Smaug y Bilbo Bolsón. Eso también engrandece el nivel de conversación y la profundidad de este, pero también deja una idea de que la película en sí no es tan memorable, lo que no significa que sea mala, es un buen entretenimiento, que por logra alcanzar algunos niveles a la trilogía de “El Señor de los Anillos”, pero que tiene puntos bajos o no tiene tantos puntos altos para elevarla a la categoría de memorables.

Nota: 7.8