Black Adam

La película protagonizada por Dwayne Johnson y dirigida por Jaume Collet-Serra es un viaje lleno de acción y violencia durante 2 horas y 4 minutos. Una entrega absolutamente palomitera, pero que lastimosamente no dio el ancho con las expectativa, quizá por esto fue el resto de las decisiones de los nuevos directivos en relación al propio Johnson y a Henry Cavill.

Black Adam nos cuenta la historia de origen del personaje, en la antigua Kahndaq. Luego, damos un salto en el tiempo para ubicarnos en la actualidad, una actualidad en la que el Eternium, un mineral probablemente alienígena, ya había sido explotado por Intergang, es por eso que Kahndaq se encontraba en ocupación extranjera, por contrabandistas y asesinos, sin intervención de occidente, la ONU o la propia Liga de la Justicia, o la Sociedad de la Justicia. Tratando de rescatar un artefacto mágico y milenario, capaz de ser totalmente destructivo en manos equivocadas, es donde se vuelve a invocar a Black Adam, que llega a este mundo renovado, siendo una verdadera arma de destrucción masiva, es por eso que Amanda Waller envía a la Sociedad de la Justicia para su captura.

El film goza de una gran calidad visual, con escenas memorables, grandes efectos visuales y frases épicas que le quedan perfecto a Dwayne Johnson, siendo un personaje poderosísimo como lo es Black Adam. La fórmula es simple, pero no tan heroica, ya que Teth-Adam es algo más oscuro, porque claramente deja una seguidilla de cadáveres a donde quiera que va.

Se me hace creíble la inclusión de Adrianna Tomaz (interpretada por Sarah Shahi) y Amon Tomaz (Bodhi Sabongui). Primero, la profesora porque es la que más sabe de arqueología del lugar y además me da la esencia de revolucionaria, después Amon, el niño, que funciona como alivio cómico enseñando a Black Adam de una forma más sutil que lo que vimos en Shazam (aunque ahí eran dos niños), además este pequeño fue criado en esta dictadura de Intergang, claramente tiene habilidades y valentía que no todos los niños tienen, así que lo compro.

La Sociedad de la Justicia también da en el clavo con Hawkman (Aldis Hodge) y Pierce Brosnan (Doctor Fate), es que es un agrado enorme ver a estos dos gigantes de los cómics en la pantalla grande. Los efectos visuales de Dr. Fate fueron espectaculares, por otro lado, la personalidad de Hawkman, y el que vea todo tan blanco y negro y tenga que aprender a evolucionar con respecto a eso, sobre todo en el mundo oriental, también es bastante interesante.

Otra de las temáticas que aparece es precisamente esa, la ocupación y la poca intervención de organizaciones internacionales en oriente o África, no así en Europa o Estados Unidos, en donde pasa algo y hay intervención inmediata de agentes externos.

Lastimosamente, al ser un film absolutamente palomitero, los temas pasan muy por la superficie, sin ahondar demasiado en ello. Con respecto al antagonista, creo que es genérico, pero está bien construido. Ishmael Gregor tiene una motivación clara, que se pierde absolutamente una vez es transformado en el avatar demoniaco, consumido por la ira y el poder, lo cual le encuentro el punto, sin embargo, no deja de ser plano.

Black Adam no es la película perfecta, pero si merecía más de lo que obtuvo. Es posible de que no haya Black Adam 2, o Black Adam v Shazam o Black Adam v Superman, lo cual es una pena terrible, ya que DC va enlodando cada vez más su camino y ni sus propios fans ya podemos salvar mucho el barco. Lo peor es que las películas no son malas, con excepción de Suicide Squad 1 y Wonder Woman 2 (que estuvo muy muy bajita en relación a la primera y lo que se esperaba). El resto de entregas no se distancian tanto de su competencia, pero aun así no pudieron impactar.

Nota: 7.0