Extremadamente Goofy (2000)
La secuela de Goofy llegó a todos nosotros el 29 de febrero del año 2000. Dirigida por Douglas McCarthy e Ian Harrowell, y desarrollada por el estudio ya extinto, Disney Toon. Esta película nos viene a contar qué pasó con Max, y el propio Goofy, una vez que Max dejó la secundaria.
Max está pensando en la universidad, y si bien limaron asperezas con su padre, Goofy, en la primera película, Max sigue con ganas de alejarse de la sobreprotección y torpeza de su papá. Él, junto a Bobby y PJ, asisten a la misma universidad y, además de aprobar sus materias, desean vencer a Bradley, jefe del más grande equipo de deportes extremos de la facultad, y que han ganado todo. Por otro lado, Goofy es despedido y de alguna forma, se ve forzado a volver a la universidad, y adivinen a donde va a convalidad estudios…
Esta es la premisa de la entrega, una película liviana, divertida, sin mucha profundidad, y que indaga, de forma superficial, la relación padre e hijo. No supera en ningún caso a la primera, pero sí se le da más protagonismo a sus amigos como Bobby o PJ, que aportan en entretención a la entrega. Además, Goofy también tiene su desarrollo, aunque deja evidenciado que lo que más le importa es su hijo.
Por otro lado, Max, tratando de hacerse un mejor nombre y fama en la universidad, al tener a su padre cerca se siente que el retrocede en su popularidad, pero al contrario de la primera entrega, lo entiende y lo apoya. Lamentablemente, se siente que Goofy no entiende mucho, y se siente que tuvo cierto retroceso en relación a la primera película.
Con respecto a la animación, se nota que no ostentan la calidad de otras entregas de aquellos años, pero también se nota el cariño con el que la hicieron, en relación al diseño de personajes, teniendo en cuenta que no fue el estudio titular el que desarrolló la entrega.
Es una buena entrega, que entretiene, que cumple su consigna básica, y funciona para pasar una buena y amena tarde.
Nota: 6.8