WONDER

¡Qué película más Buena y emotiva señores! Wonder es otro golpe a la realidad, que enternece y pone en la palestra el tema del bullying contra personas que sufren de alguna malformación.

Pasé de ver “El Reemplazante” a Wonder, y si bien el colegio, la educación y el estilo de vida es diametralmente opuesto, hay una temática que se mantiene, el bullying a personas que son diferentes, en el caso de El Reemplazante, a peruanos o ‘delincuentes’, en el caso de Wonder a un pequeño con una malformación.

August Pullman es un pequeño que tuvo muchas complicaciones al nacer, es por esto que fue intervenido en múltiples ocasiones. Las constantes operaciones le provocaron malformaciones. Sus padres, para protegerlo, decidieron darle clases en casa, pero en Quinto Grado lo quisieron enviar al colegio. August se movía generalmente con un casco, sabía que él era diferente, por ende, no quería incomodar a la gente. La vida de este pequeño en quinto grado, y las implicaciones que lleva para la familia es en lo que se basa este film.

La película es excepcional. Se estrenó el 23 de noviembre del 2017 y está contada de forma perfecta, ya que en más menos 1 hora y 53 minutos de metraje podemos conocer y profundizar mucho con cada uno de los personajes que aparecen, tanto los padres, como principalmente la hermana, y los chicos con los que se rodea August en la escuela. El relato es constantemente conmovedor, y nos cuenta una historia de superación y éxito de un pequeño que lucha por encajar, y que muchas veces no puede hacerlo por su aspecto físico.

Las actuaciones son muy buenas, Julia Roberts y Owen Wilson hacen una perfecta dupla siendo los padres de August, Isabel Vidovic (Via Pullman) conmueve siendo la hermana del pequeño, y el gran sol de este sistema, Jacob Tremblay (August), se luce y deslumbra a su corta edad, con una performance perfecta. El trabajo de maquillaje también es destacado, tanto así que tuvo una nominación a mejor maquillaje en los Oscar el 2018.

Este film, dirigido por un perfecto Stephen Chbosky, está basado en la novela “La Lección de August”, escrito por Raquel Jaramillo, y explora el “síndrome Treacher-Collins”. Si bien los personajes son ficticios, la autora reveló que un día estaba esperando a su pequeño hijo que había ido a comprar un helado. Mientras esperaba, una madre y su hija, que tenía una grave malformación cráneofacial, se sentaron junto a ella. Con el afán de que su hijo no la viera y se asustara, trató de irse, empeorando la situación. Finalmente, su hijo terminó llorando por la niña y escuchó a la madre de ella decir “Creo que hay llegado el momento de irse”. Ella se sintió horrible por la situación y esa misma noche empezó a escribir “Wonder”.

La tolerancia y la aceptación, más allá de lo físico, en una sociedad que se fija en apariencias, es el mensaje final de Wonder, que cala muy profundo. No sirve de nada una película solo con un mensaje, y Wonder tampoco se queda atrás en este aspecto porque la forma de contarla, es excepcional, te hace conocer a cada uno de los personajes que la rodea y empatizar con muchos de ellos. Emotiva es decir poco.

Nota: 7.8