The Flash: La película

¡Ay! Es sabido mi amor por Flash y todo lo que conlleva su mitología, y también es sabido que espero esta película, sin ningún tipo de fe a que se estrene, desde el 2016, cuando se anunció por primera vez… Finalmente llegó el 15 de junio del 2023, tuve el placer de ver la Premier y si bien me dejó sensaciones positivas, una segunda mirada evidencia las fallas de un film que no es tan malo como se piensa a nivel de trama, sin embargo dista del nivel en cuanto a los efectos visuales, y por si fuera poco, toda la controversia en torno al DCU y al propio Ezra Miller, le hacen perder sustento a la entrega.

The Flash tardó en llegar, cual Barry Allen en cualquier historia, y se fue de la memoria de todos tan rápido como el mismo Flash. La película nos cuenta la historia de Barry Allen, que aún lucha por sacar a su padre de prisión. Ante eso, se da cuenta de que quizá exista la más mínima posibilidad de viajar en el tiempo para salvar a su madre de la muerte y así tenerlos a ambos, sin embargo, mientras volvía a su tiempo luego de salvar a su mamá, fue golpeado por un extraño ser que lo lanzó unos 10 años antes. Barry se encuentra con sus padres, pero también con una versión mucho más joven que él. Este pequeño cambio desencadenó en diferentes futuros para varios personajes, lo que terminaría en una guerra contra Zod, el general kryptoniano.

La entrega se basa en The Flash: Flashpoint Paradox, un evento de cómics que explicó el reinicio del Universo DC en las historietas, y que también sacó una película animada llamada del mismo nombre. Primero, analizando este film desde la mitología del Universo DC en los cómics, no me gustó como mataron esta historia y las licencias creativas que se tomaron para realizarla, cómo la razón de la muerte de la madre, o que no haya estado “El Caballero de la Venganza” o una Liga más constituida para hacer frente a Zod, sin embargo, aprecié bastante la interpretación de Keaton como Batman nuevamente y la inclusión de Supergirl, interpretada por una gran Sasha Calle.

A nivel de película, el argumento no es sólido, pero se defiende. La entrega iba con una buena historia, fluida y dinámica, hasta la parte en la que Barry tiene que entrenar al Barry más joven, pasando a ser una especie de sitecom más que un drama de ciencia ficción, pero de igual forma tampoco iba mal. El desenlace parece algo apresurado, pero cargado de una emocionalidad que funcionó para muchos, sin embargo, el gran problema de los efectos visuales, sobre todo los de Flash entrando en la speedforce, desconcertaron a todos y se hacía complicado seguir la trama con estas distracciones.

Me gustaron los crossovers, pero insisto, pudieron ser más y mejor, ya que quedaron demasiados cortos en este ámbito. Me gustaron las actuaciones, completamente. Creo que Ezra Miller es un interesante Flash, y me encantó ver a Ben Affleck y a Michael Keaton otra vez con el traje del murciélago. Sasha Calle fue un excelente acierto, pero se notaba que Michael Shannon no sabía muy bien lo que estaba haciendo allí porque les faltó sustento a sus pocas apariciones.

De los puntos bajos de la película está el villano, ya que no hay un gran enemigo a quién derrotar, y tampoco hay una épica batalla final. De igual forma, al ser fanático de Flash, aprecié las migajas que nos dieron, pero también lo sentí extraño… Cómo que sacaron la película por sacarla, y si bien puede llegar a entenderse unitariamente, deja muchas dudas y demasiadas puertas abiertas al futuro de DC, ya que prácticamente quedamos igual… No sabemos nada, no sabemos quiénes siguen, quiénes se van, desde donde va a funcionar este universo o simplemente habrá que re aprender a ver productos alejados de un universo más en conjunto…

The Flash a mí me gusto y si bien tiene errors garrafales a nivel de efectos visuales, tiene una trama que logra sustentarse en las 2 horas y 24 minutos, con grandes actuaciones y un final demasiado acelerado, Flash ya llegó, es lo que es y ya está.

Nota: 7.0