Sing: Ven y canta

Esta película la vi hace bastante tiempo en el cine. Anécdota, la lloré, y mi primo chico al salir, para consolarme, me dijo «tranquilo, un caballero también estaba llorando». Emotiva, entretenida y fácil de seguir. Sing es tremenda. 

La trama de la película es bastante simple. Buster Moon es un productor musical que se caracteriza por fracasar en los proyectos que emprende, pero es muy positivo y sigue pensando en que en algún momento le dará al clavo. De pronto, se le ocurre una idea para revivir su teatro, un show de talentos con un premio para el ganador. Guiados por el infortunio, la entrega nos presenta un viaje entretenido, un rápido y buen desarrollo de cada uno de sus personajes, y un final conciso, preciso, emotivo y feliz.

La animación cumple desde el primer minuto. El viaje, guiado por las distintas canciones que van cantando los personajes se hace ameno, porque son bastante conocidas, y es imposible no identificarse con alguno de los personajes, que abusan de algunos estereotipos o fórmulas ya probadas, como la dueña de casa, el chico rudo pero dulce, la adolescente ruda o la chica tímida, incluso el productor fracasado, pero dentro de esta cinta de 110 minutos, están muy bien contados y desarrollados.

La película entretiene, saca risas y también emociona. Personalmente me tocó más la historia de Johnny con su padre, y la de el propio Buster Moon, también con su padre y su lucha de superación personal.

La película cumple, y le fue tan bien que tuvo su segunda parte, estrenada a fines del 2021, y pronto a ser reseñada por este sitio web.

Nota: 7.2