Jim Gordon

«Le juro que no tendrá que preocuparse por mi honestidad, comisario»

Jim Gordon
Jim GordonComisionado de Gotham City Police Department

Nació en los cómics como Comisionado de Policía. El puesto más alto de alguien que cumple con este servicio, pero con los nuevos orígenes, fue bajando de grado para que viéramos cómo alcanzaba semejante honor.

En Batman Año Uno observamos como Jim está llegando a la ciudad que dará origen a su leyenda. El teniente Gordon viene preocupado, su esposa está embarazada y fue trasladado a uno de los peores lugares que existen para construir una familia, la peligros Gotham.

Una vez dentro del Departamento de Policía, se da cuenta de lo contaminado que está por la corrupción, las coimas y el exceso de poder que poseen los que deberían otorgar un servicio de protección a la comunidad.

Jim, sin tomarle importancia, empieza a hacer su trabajo de tal forma que llama la atención de los altos mandos. En una ocasión, policías disfrazados de maleantes, lo golpean sin piedad como modo de advertencia. ¿Qué hace Jim? ¿Se achica? En lo absoluto, va donde el cabecilla y le da su merecido. Gana respeto. Sigue denunciando a sus compañeros por las coimas.

Batman se fija en él y se gana su confianza. En un incidente en donde estaba involucrado el bebé de Gordon, Batman lo salva, sin capucha y su su traje de murciélago. Gordon no tiene los lentes puestos, dice que no puede verlo, pero yo creo que si lo ve y guarda su secreto.

Jim es un pilar fundamental para Batman y para Gotham. Un ejemplo que toda persona que quisiera uniformarse en la policía debería imitar. Este es un servicio a la comunidad. No son los perros falderos del estado. No son los maleteros que les pegan a los estudiantes, que le botan los sandwiches a las personas en la calle. No son esos que abusan del poder y se aprovechan de ser policía. Ellos deberían ser intachables, darlo todo por una sociedad que quizá lo menosprecie, pero qué importa si te menosprecia… Lo importante es hacer lo correcto, como Jim Gordon lo hace. Trabajar para que la ciudad sea un lugar más seguro para las futuras generaciones.