Superman v The Elite

La entrega de 76 minutos, dirigida por Michael Chang (Young Justice) y con Joe Kelly en el guión, llegó a nosotros el 2012, y en verdad tuvo adeptos y detractores, pero en general, no encantó como se pensó que podía pasar…

El fortachón enfrenta un dilema, ¿Es necesario matar a un villano, para que este no haga más daño y mate más gente? o eso se lo dejamos a la justicia, sabiendo que es corrupta, y aún así, ejecutando el castigo que merece con prisión, ¿Qué pasa si este escapa? ¿Qué pasa si vuelve a matar? Esta es la disyuntiva que explora esta entrega.

La Elite, un grupo de antihéroes, viene a hacer lo que Superman no hace, el público los apoya, pero Kal-El sabe que este no es el camino. El gran problema de la entrega, es que si bien a mí me entretuvo, y me mantuvo interesado por el desarrollo de esta, es que no va más allá de la temática, y muestra todo como en blancos y negros, sin grises ni matices. Sumado a que «The Elite» no es un grupo de personajes muy conocidos, esto igual puede hacer perder el interés por la entrega.

La película, a mi juicio, funciona bien en un ambiente más ñoño, con conocimientos previos de Superman, pero en otro contexto, con otras personas que no estén acostumbrados al mundo heroíco, quizá no enganchen mucho con la entrega.

El soundtrack es atractivo, pero la animación es debatible. Es bastante distinta a lo que estábamos acostumbrados en DC, yo, sin ser un experto en animación, le doy un visto bueno dentro de la media, porque yo tengo claro mi estilo personal de animación que me seduce, pero siento que este aspecto es demasiado subjetivo.

Sin embargo, Superman v The Elite se queda corta. Es brutal por momentos, pero queda en lo superficial, pudiendo explorar un poco más el tema de la moralidad, y las tonalidades más grisáseas. Es esperanzadora, de alguna forma, pero que también nos hace cuestionar actualmente, cuál debiese ser la verdadera solución para personas extremadamente malas, o para la justicia por nuestras propias manos, teniendo en cuenta que la justicia global está podrida.

Nota: 7.5