El fin de la segunda trilogía de Star Wars llegó con esta película en el 2005. La verdad es que esta entrega marcó mi cariño por esta saga, ya que fue la primera que vi cuando tenía 10 años.
La Venganza de los Sith es una apuesta fascinante, que marca el fin de la era de la República, dándole paso al Imperio. Sin duda es interesante ver la evolución de como Palpatine fue armando los hilos para revelarse como el Lord Sith al final de esta trilogía.
A nivel de efectos, la película está bastante bien. Poseen una épica banda sonora, y el grado emocional que provoca en los fans, hace que sea una de las más recordadas de toda la saga.
En cuanto a actuación, me gusta. Salvo por el desempeño de Hayden Christensen, al cual ya critiqué en Ataque de los Clones. En esta ocasión tampoco me provoca emociones, más que pensar que Anakin es el perkin más grande de toda la galaxia. Es más, el doblaje me gusta mucho más que en el idioma original. El resto del cast, sobre pasa la prueba.
En materias de combate, la peli sobresale con la batalla de Anakin y Obi-Wan, junto con la de Palpatine y Yoda. Además, el plot twist de la orden 66 causó una gran conmoción, porque al menos yo no recuerdo a ver visto a tantos «buenos» muertos… Impactante. Y esos leves vacíos son muy bien llenados en la serie de Disney, Clone Wars.
En síntesis, el episodio 3 es el mejor de la trilogía de los 2000 de Star Wars. Aunque no por eso vamos a defender el «no lo hagas Anakin, tengo la altura» (jamás entendí esa frase, teniendo en cuenta que Obi-Wan ganó su combate así ante Maul y Grievous).
Nota: 8.0