Mogwli: La Leyenda de la Selva (2018)
Con un tono absolutamente diferente, llegó a nosotros Mowgli, producida por Netflix, dos años después del Live Action de Disney. Esta entrega es mucho más oscura y dista de sus dos versiones, tanto la animada como la live action. Sin embargo, es muy buena.
La consigna es como todas, Mogwli debe salir de la selva. Pero todo lo que rodea a la trama, tanto las personalidades de los personajes, el propio Mogwli que se ve realmente salvaje, sobre todo cuando tiene un paso por la Aldea del Hombre, además del mensaje acerca de la conservación animal y la profundidad que se le da a la historia, hacen que esta película sea bastante superior a la que se estrenó dos años antes.
Netflix da en el clavo con esta versión más oscura del Libro de la Selva y encanta. Hay mucho trabajo tras esta película, sobre todo en cuanto a fotografía y planos. Es muy bella estéticamente. La labor en post producción para grabar las facciones de los doblistas de voz es notable, además que tenemos a pesos pesados haciendo de las voces de nuestros personajes favoritos, desde Andy Serkins (Baloo), Christian Bale (Bagheera) y Bennedict Cumberbatch (Shere Khan).
El punto alto de la película, es precisamente su punto más bajo. Es curiosa esta paradoja, porque te puede gustar mucho, como te puede descolocar, ya que el tono de la cinta dista mucho de lo que estábamos acostumbrados en ‘El Libro de la Selva’ y sus versiones anteriores. Aquí se reforma la historia, se le da otra perspectiva y puede funcionar, como lo hizo conmigo, como puedes quedar un tanto en jaque, esperando las canciones de Baloo, como quedó mi viejo.
A mí me gustó mucho esta tonalidad familiar y compleja que le dieron, inclusive la sentí más realista. Rohan Chad, el actor que interpreta a Mogwli, realiza un gran trabajo actoral, aparte me encantó su estética. Puras flores para los realizadores de esta entrega.
Nota: 7.7