Milagro en la Celda 7 (2020)

La película que está en boca de muchos. Milagro en la Celda 7 es la apuesta de Netflix. La película turca se ubica actualmente en la tercera preferencia chilena. ¿Recomendable? Diría que sí, pero decide por ti mismo leyendo esta reseña. 

Milagro en la Celda 7 es un nuevo remake de la clásica película surcoreana estrenada en 2013. Pero esta entrega no es la única adaptación que ha tenido esta emotiva historia, sino que también hubo una de la India (2017), en Filipinas (2019), y para este año o el próximo, se vendría la versión de Indonesia. No estamos aquí para analizar cuál es mejor, sino para enfocarnos en esta entrega turca, que está disponible en Netflix. Yo les dejo el dato, por si quieren ver las otras.

La película trata de un padre con discapacidad intelectual (que según leí, es el término correcto para lo que sufre según la Section on Developmental and Behavioral Pediatrics). Y se nos narra una emotiva historia de la discriminación que sufren estas personas, y de lo incomprendidos que son en la sociedad.

Este padre es Memo, que tiene a su hija Ova. Memo, como puede, trata de suplir todas las necesidades de su hija, y debido a esta discapacidad, se comportan constantemente como un niño. Lo que lo hace ser víctima de malos tratos. El conflicto llega cuando Memo es acusado de un crimen, y tiene que ser trasladado a la cárcel, y es instalado en la celda 7.

La película se ambienta a inicios de la década de los ’90, se nos muestra la ocupación militar que tenía Turquía, en como la corrupción está en todas partes, y en cómo los militares son idiotas en todos lados, aunque claro, siempre hay algunas excepciones.

El relato es desgarrador, casi de principio a fin. La historia se desarrolla de buena forma. Tiene buenos giros argumentales. Se entiende, es ágil, te conmueve, te ríes y por sobre todo, y espero que les pase a todos los que la vean, te hace cuestionar tus propias actitudes frente a personas con discapacidad intelectual, o cualquier discapacidad que se tenga.

A nivel actoral, la película logra generar un impacto importante, porque hay mucha complicidad y química entre Aras Bulut (Memo) y Nisa Sofiya (Ova). Ofrecen una gran performance, que se agradece. El soundtrack es preciso, conserva la esencia de Europa del Este (no soy experto en música, pero eso me hace sentir), y es emotiva y concisa en las escenas de alto impacto.

No es una master peace, pero está bien hecha. Hay buenos planos y la trama se desarrolla de buena forma. Quizá, hay un par de detalles en alguna sub-trama, que me dejó medio inconcluso, pero lo central, era la historia principal, y esa deja más que conforme al espectador.

El film emociona de principio a fin. Te hace cuestionar tu posición en relación a otros, y espero que eso no solo se quede en un cuestionamiento, sino que en una forma para avanzar y cambiar actitudes que pudimos tener el pasado. La recomiendo, pero advierto que es para las lágrimas.

Nota: 7.8

El trailer igual dice mucho. Personalmente, no vi nada antes de verla, pero si quieres, juegue, está aquí abajo.