Mad Max: Beyond Thunderdome (1985)

La película que cerró la trilogía plantea otra forma de contar la historia. Quizá George Miller quiso frenar un poco lo de las persecuciones y explosiones, aunque hay, pero eso pudo restarle impacto y esencia a lo que ya significaba Mad Max para la audiencia. Warner quiso apuntar a un público más amplio, por ende, la reducción de violencia y la inclusión de niños. Para algunos funcionó, para otros es la más bajita de todas.

A mí me gustó Beyond Thunderdome. Incluso, tiene como un final esperanzador. La primera entrega nos mostró un mundo al borde del colapso, la segunda, las consecuencias del mundo post apocalíptico y en lo que nos podemos convertir, la tercera nos da algo de esperanza.

Todo inicia con un Max que llega a una tierra lejana. Le ofrecen un canje, pero él tiene que eliminar a un sujeto que controla el bajo mundo de la sociedad. Es un enano, que controla a un tipo musculoso, por ende, tiene el control. Sin embargo, la película tiene varios giros y Max termina conociendo a un grupo de niños sobrevivientes de un accidente aéreo. Otra vez Max, al igual que en la segunda, envuelto en una trama dentro de la suya, ya que siente la obligación de ayudarlos.

Esta película posee más diálogos, su soundtrack y los aspectos de sus personajes son muy ochenteros y la trama tiene una esencia más importante que en las otras películas, precisamente por la falta de pirotecnia.

Nota: 6.0