El Reemplazante

Esta debe ser la mejor serie que ha hecho Chile. El reemplazante será recordado por su vanguardismo en relación a las temáticas que plantea en materias de educación y el lucro de ella, además de la pobreza, el esfuerzo y el crudo realismo que representa.

Carlos Valdivia es un ex especulador de la bolsa, que sufrió un desliz financiero y terminó yendo a prisión. Para volver a empezar, acepta ser el reemplazante del profesor de matemáticas del Colegio Príncipe Carlos, de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, dando un vuelco total a su vida.

Poco a poco empieza a encariñarse de sus alumnos, se saca el velo del prejuicio y empieza a verlos como realmente son, como niños que están obligados a permanecer en donde están por el sistema, y trata, por medio de las matemáticas, de motivarlos a tratar de buscar algo mejor para ellos.

El reemplazante se estrenó por las pantallas de TVN el 1 de octubre del 2012, y hoy la puedes encontrar en la plataforma de Netflix. La serie posee solo dos temporadas de doce capítulos cada una. El resultado es un producto redondo, con el que uno queda con gusto a que quiere más, pero de igual forma tiene un cierre redondo.

La educación de mercado, la pobreza, las drogas, delincuencia, incluso el racismo en la segunda temporada, son temáticas recurrentes en un producto pensando para impactar, y pensado para que no solo nos quedemos en el “Oh que linda serie”, sino que pensemos en que realmente existen cabros como el Maicol, el Zafrada, la Kathy, la Flavia o el Ariel, que son juzgados por ser pobres. Una de las frases claves, que trataré de parafrasear, es que no es tan simple llamar a alguien delincuente sin saber el trasfondo que tiene ese cabro… Y esta serie te plantea eso, hace queribles a personajes que la sociedad no se banca.

Lo realista de la serie también impacta. La representación de las denuncias de acoso, el embarazo adolescente, la homosexualidad y la discriminación hacia esta y hacia países vecinos, principalmente Perú y Bolivia, las mafias locales en las comunas de riesgo y la invisibilidad a los jóvenes de esos sectores, estremece y apena.

No cabe duda de que “El Reemplazante” le hizo bien al país. Un producto serio, elaborado con cariño y a la altura de la expectativa. Solo con nuestro granito de arena podemos cambiar cosas, y como lo hizo el profe Charly con sus cabros en una serie, muchos profes lo hacen día a día en colegios, tratando de ayudar y dar todo lo que se pueda para un futuro mejor. Hagamos nuestra parte, porque para esto se hacen los productos audiovisuales, para ser críticas del sistema y mostrarnos una realidad que muchas veces no queremos ver.

Nota: 9.5