Azrael

“No soy un ángel, soy un hombre, me llamo Jean Paul Valley. Ese también era el nombre de mi padre”.

Jean Paul Valley
Jean Paul ValleyAzrael

Jean Paul Valley pertenecía a una extensa genealogía que había tomado la figura de Azrael como su gran precursor. Sus antecesores servían a la Orden de San Dumas, que es una nueva vertiente de los Caballeros Templarios de la Edad Media. Aparentemente habían dejado de existir para el siglo XV, pero seguían operando en la oscuridad, con mucha cautela.

Salen a la luz por un encargo mal realizado. A Azrael se le dijo que asesinara a Lehah, un traidor de la orden, pero este falló y quedó al borde de la muerte. Con su último aliento fue donde su hijo, le contó todo lo que debía saber, le dijo que fuera a Suiza, a encontrarse con Nomoz, el que le daría su propósito en la vida. Siguiendo el último deseo de su padre, se embarcó en la aventura, dejando todo de lado (obviamente imaginando que esto sería pasajero).

Nomoz le habló de la Orden y del Sistema, una especie de bloqueo mental que se le trabaja a todos los que heredarán el nombre de Azrael, el ángel vengador. Este Sistema estaba implantado en Jean Paul, y Nomoz, al desbloquearlo, le permitió ver con claridad a Jean Paul, que de la nada aprendió técnicas de combate, posicionamiento táctico, conocimiento de la Orden. Es así como se convirtió en algo más.

En su primera aventura, deben detener a Lehah, que decía ser el sirviente de Biis, que estaba asesinando miembros de la orden. Junto con eso, se topan con Batman y Alfred, a lo que Azrael accede a ayudar a Alfred para dar con el paradero Batman, que había sido secuestrado por Lehah, el heraldo de Biis.

Jean Paul claramente no tiene control de sus acciones y va dejando un baño de sangre por donde pasa, sin embargo, ya para el final de esta historia, termina controlando un poco a Azrael, ante las presiones de Nomoz que quería verlo como alguien que castiga, no que salva, un ángel vengador, no compasivo.

Continuará…