Dumbo (1941)
¿Alguna vez en tu vida, tuviste un sueño tan loco, taaan loco que hasta podrías haber visto a un elefante volar? Bueno, parece que ese sueño lo tuvo alguien de Disney y así nació Dumbo, el elefante volador.
Hay varios puntos analizables en esta película de aproximadamente 63 minutos. Desde las canciones y los diferentes mensajes que busca entregar. Como consigna la trama es simple, la lucha de un elefante pequeño, ayudado por su amigo ratón, para ser feliz.
Vamos a tocar algunos temas, principalmente el del circo. Desde siempre los circos han actuado mal para con los animales, y si bien esta es una película animada, ambientada en este escenario para que los circos se nos hagan más amenos en aquella época, hoy queda en claro lo nefastos que siempre han sido con los animales.
Otro punto importante, en la película se escucha una canción mientras los trabajadores, en conjunto con los animales, están armando el circo. La canción, curiosamente, no fue traducida al español y parte de la letra dice lo siguiente: «Trabajamos todo el día, trabajamos toda la noche, no sabemos ni leer ni escribir, somos los felices peones», otra parte dice: «No sabemos cuando nos pagarán, pero cuando nos paguen lo vamos a malgastar», otra: «Músculos adoloridos, espaldas rotas’… Bueno, gracias al vídeo de Te Lo Resumo Así No Más pude saber que en esos años los empleados de Disney estaban indignados por los tratos recibidos por la empresa… y bueno, podemos ver en la película como pensaba Disney, no estaba ni ahí con sus trabajadores.
Por fin, ahora analizar la película en sí. El tema principal son las habilidades diferentes. A Jumbo Jr, como le quería poner su madre, no le falta una patita o un ojo, nace con las orejas grandes, lo que bastó para ser discriminado por las supuestas amigas de su madre y por los seres humanos que se burlaban de él. En el film ‘Dumbo’ no se percata de que ‘no es normal’ pero lo hacen sentir así… Se esconde, tiene miedo, es desconfiado y aquí aparece su secuaz, que lo ayudará a salir de esta entrante depresión a la que estaba llegando, el ratón Timothy.
Juntos emprenden un viaje, que se hace corto, para buscar la grandeza en lo diferente, en vez de echarse a morir por el hecho de que Dumbo no es igual al resto.
No olvidar que hay una de las escenas más bizarras e increíbles en la historia del cine para niños, que es la de los elefantes rosados. Aquí, en lo personal, me entró el pánico y el temor por embriagarme alguna vez en mi vida, y se transformó en una de las potentes razones por las cuales no injiero alcohol.
La película en sí es un musical triste, pero esperanzador. La más emotiva es la madre junto a Dumbo, que me hizo recordar a mi mamá, hasta la más alegre que se da en el final cuando Dumbo al fin vuela y deslumbra al mundo. La escena final es hermosa en muchos sentidos, porque Dumbo no decide enriquecerse así mismo, sino en darle las comodidades a su madre, la que estuvo siempre ahí con él.
Este film también realiza un llamado de atención al trato que tenemos con otros que no son iguales a nosotros, e incluso, que tienen las mismas aptitudes físicas que nosotros, pero que como vemos más ‘débiles’ o inferiores, se las resaltamos (el niño orejón que molestó a Dumbo). Faltó mucho que criticar eso sí, pero espero que se vea en la película live action que aún no veo.
A todo esto, la película posee dos Oscar, uno a mejor banda sonora y otro a mejor canción original, ‘Baby Mine’, tremendo temazo.
Nota: 6.7