El Gato con Botas
La película del felino cazarecompensas sorprendió y fue mejor de lo que se esperaba. Lejos de Shrek se imaginaba una película innecesaria y con cierto hálito de fracaso, sin embargo, el Gato logró ponerse muy bien las botas y nos dio una buena historia de origen.
La primera entrega del Gato con Botas llegó a los cines el 2011, un año después de Shrek para siempre. La película del forajido nos perdió un poco con respecto a la cronología del personaje y hasta, por momentos, nos hizo pensar que convivían en universos completamente diferentes, ya que no existe ninguna referencia a los personajes de Shrek. A pesar de esto, y aunque se siente completamente lejana a las cuatro entregas anteriores de Shrek, el Gato con Botas logró encantar y convencer.
La película nos remonta a los orígenes del Gato, en dónde nació, cómo fue su infancia, cómo obtuvo sus botas y porqué se transformó en forajido. También nos introduce a Humpty Alexander Dumpty, amigo de infancia de Gato, y a Kitty “Patitas Suaves”, una salvaje forajida.
Nuestros protagonistas están en busca de los frijoles mágicos, que los llevarán a la guarida de la Gansa Dorada, en donde podrán obtener huevos de oro y hacerse ricos. Es así como esta historia de amistad y traición logró fascinar a grandes y pequeños.
La película tiene una trama entretenida, con un buen giro de guión y que aportó bastante a la leyenda del Gato con Botas.
Nota: 7.5