BATMAN FOREVER 1995
Tercera entrega de Batman en menos de 10 años. La primera el ’89, la segunda el ’92 y esta llegaba el ’95, año de mi nacimiento. Cambio de director (Schumacher por Burton) y de Batman (Van Kilmer por Michael Keaton), fueron de las novedades que marcaron esta película, que además nos trajo a la gran pantalla a Harvey ‘Dos Caras’ Dent (Tommy Lee Jones) y Edward Nygma, ‘El Acertijo’ (Jim Carrey).
Esta película, a mí juicio personal, no es mala. Tiene aspectos positivos como lo fue la fotografía, el espectáculo de luces y que quiso despegarse absolutamente del tono Dark y Gótico de Burton en las dos entregas anteriores del murciélago. Schumacher intentó ponerle su sello y lo logró. No por nada fue nominada al Oscar en tres categorías: Fotografía, sonido y efecto de sonido.
Si nos vamos por el lado del marketing, el cast fue escogido con pinzas. Van Kilmer en su apogeo de fama, además de un actorazo como Tommy Lee Jones, Jim Carrey, que había estrenado el año anterior a ‘La Máscara’ y Nicole Kidman, siendo la psicóloga Chase Meridian. Además, se mantuvo a Michael Gough como Alfred. Hasta ahí todo bien. Todo aseguraba un éxito de taquilla, el cual lo fue ya que la película terminó recaudando tres veces más de lo que gastado en su realización y además con tres nominaciones a los Oscar.
¿Qué faltaba? Un guion simple, no tan complejo y es aquí en donde la película se cae a pedazos. Schumacher va directo al grano para presentar a los antagonistas de la entrega. Rápido clip de Harvey Dent, y mucho más tiempo para Nygma, el cual no es aprovechado por Jim Carrey, ya que no le otorga profundidad a su personaje y pasa el tiempo haciendo muecas y voces. Ahora, cuando uno la ve más viejo, luego de ver tantas películas de Jim Carrey, uno nota que la interpretación del Acertijo no fue de las mejores ya que el actor no logró darle una personalidad propia al personaje. El caso de Tommy Lee Jones es más grave, ya que tampoco hay profundidad del personaje no porque Tommy no fuera capaz, sino por la falta de tiempo de este en pantalla.
Van Kilmer como Bruce Wayne me agrada, tiene la apariencia y resalta con algunas ironías. Como Batman queda al debe en las escenas de combate y si bien, le ganó al Acertijo, la forma en que se resolvió el problema es vergonzosa y absurda, para el intelecto que tenían los villanos. Chris O’Donnell, por su parte, interpreta a Robin, un Robin que a mí no me gustó. Su interpretación es muy plana, y si bien hay una buena escena introductoria del personaje, no logra conmover.
Como comentario final, la película aprueba a rastras. Me gustó la idea que se le quiso dar, los colores con esas luces de neón y algunos pasajes de la película. Tiene muchas cosas comiqueras como la cueva de Harvey Dent o los trajes de ambos villanos (hablando de trajes, no me gustó ni el traje de Batman ni el de Robin), pero tiene un guion muy flojo con un desenlace absolutamente mejorable. Aun así, es una película entretenida y digerible, la más marketera de Batman y que se puede disfrutar hoy para pasar el rato un domingo de flojera o un viernes de siluetas.
Nota: 6.0